En la Brecha:
Mas de setenta años hacen de la
publicación de la Obra Mamita Yunai, novela sui géneris y autóctona
de Carlos Luis Fallas. Con una estructura novedosa o rara para esos
años, con un carácter que perfilaría las posteriores obras del
autor, en la Costa Rica de los 40, bajo un panorama político y
social incandescente e interesante.
La composición narrativa de la novela,
una amalgama de informe de partido, de texto autobiográfico y
vivencial (como lo es toda obra de arte) cerrando a manera de cuarta
parte, con un discurso en la Asamblea de la Solidaridad con los
Huelguistas de Puerto Gonzáles Víquez, toma su hilo conductor en el
estilo que Carlos Luis Fallas va desarrollando y madurando desde el
primer capítulo, poco a poco, se empodera en el ejercicio mismo de
escribir, del hacer, en la confrontación de su medio como narrador,
se va descascarando el informe o nota periodística y deja ver la
veta de la madera que está hecho para el oficio que lo espera.
La obra de Fallas desde Mamita Yunai
abre brecha, sin miedos y sin tapujos ni inhibiciones literarias de
ningún tipo, como los grandes escritores de toda época, pone con su
mano imágenes en la retina que los demás niegan o no ven, el
conjunto de emociones y manifestaciones de la tristeza humana, la
lucha ante un entorno hostil, las adversidades y la denuncia del
poder opresor como constante universal de los grandes asuntos por
resolver en la humanidad, pasan de la mano con fotográficos
paisajes y personajes, los cuales van desnudando entre la
descripción, sentimientos ocultados, que se llenan de verdad y luz
melancólica en las voz del narrador principal: “los hombres más
hombres tienen el alma de un niño y necesitan mimos y arrullos como
los chiquillos por eso lloran cuando están borrachos o con la cabeza
oculta entre las cobijas...” (1) y esta constante que desarrolla
hermosamente en sus novelas posteriores, culmina grandiosamente en su
obra Tres Cuentos, la rudeza y la ternura se entrelazan con ironía
ante la sacrificada vida laboral del hombre cumpliendo su rol en la
sociedad y soñando o especulando un futuro mejor en el amor y la
libertad mientras cumple las más crueles o enajenantes faenas,
tropezando en contradicciones temperamentales y materiales en un
circulo fatal.
Curiosamente, el escritor Norte Americano, Charles
Bukowski, también representa estas miserias en su libro Hijo de
Satanás aunque en estilos literarios no comparables entre sí: “por
fin llegó la hora del almuerzo, 30 minutos, pero para muchos de los
trabajadores la hora del almuerzo no significa comer , significa
bajar a la cantina a cargarse de cerveza para poder enfrentarse al
trabajo de la tarde....” (2) Obras que incluyen un lenguaje tosco y
vulgar en ocasiones, como las labores y trabajos que repiten
esclavizados los personajes.
Mamita Yunai nos permite otra lectura
dentro del texto que es la denuncia cruda y fiel de la situación
grotesca en las Bananeras de la United Fruit Company en Costa Rica y
del poder político oligárquico, sumado a la manipulación
religiosa, mezcla mejorada con diversos sazonados en nuestros días.
Tal denuncia, película fiel, sigue vigente como si setenta años, de
“modernidad y desarrollo” se los tragara un reloj loco en la
memoria del un pueblo. Tal forma de hacer fraude electoral y
clientelísmo “político” se repite cada cuatro años actualmente
en el infiernillo de Alajuela, en los Tugurios, de toda la patria
como se denuncia en la parte primera: Politiquería en el Tisingal.
Carlos Luis Fallas en uno de los
escritores más universales de Costa Rica , traducido y leído en
muchas idiomas, otorgándole en el 62 la Fundación Fulkner, de los
Estados Unidos el premio Iberoamericano de Novela, Benemérito de las
Letras Patrias, Premio Nacional de Cultura MAGON 1965. Pero en Costa
Rica sufre la suerte de la ceguera o el silencio, como muchos otros
autores igual de importantes. Escritores y críticos literarios le
cobran a su obra la vida política del autor, la vida ejemplar de
autodidacta, la forma autóctona de decir las cosa, le cobran su
consecuencia entre artista y político, su amor por los pobres de la
tierra los que conocen un mar horrible y tenebroso donde los barcos
del placer no llegan, donde una nave va, como hoy, sin rumbo fijo.
Muchos que adversan su obra, ni lo han leído y esperan al gran
escritor “universal” Costarricense, mesías de la literatura pos
moderna donde todo discurso y estilo vaga sin fundamento ni
consecuencia, donde autores niegan como Pedro tres veces lo dicho.
Carlos Luis Fallas Sibaja, CALUFA,
sigue en la Brecha, sigue su paso, su personaje feliz y risueño, que
sin quererlo es parte de la historia, “el bulto en la oscuridad”
para el llamado pacto de Ochomogo, el que leía a los niños cuentos
en la Agonía y el Llano de Alajuela, Jefe Militar en la Guerra civil
del 48, amigo y participe de la generación Literaria más influyente
en la Historia tica.
Del que se dijo que con 10 Calufas se
hace una revolución, el que no esperó que lo leyeran, ni se quejó
de ello y fue a enseñar campesinos y campesinas a obreras y obreros
a escribir y leer.
Obras
publicadas:
Mamita
Yunai, novela, 1940
Gentes
y gentecillas, novela, 1947
Marcos
Ramírez, novela, 1952
Mi
madrina, novela, 1954 (edición ilustrada con dibujos de Luis
Carballo Trejos: Editorial de la Universidad Estatal a Distancia,
Costa Rica, 2011)
Tres
cuentos, 1967
contiene:
La
dueña de la guitarra de las conchas de colores; Barreteros; y El
taller
Un
mes en la China roja (crónicas)
Barreteros
y otros cuentos
Don Baŕbaro, 1978, Cuadernos Prometeo, UNA, Heredia,
Obra que fue Desaparecida, y ocultada muy extrañamente, en la edición digital que después de 30 rescata esta obra le atribuye el rapto de literatura nacional , a los Morice, latifundistas de la Provincia de Guanacaste. (4)
Otros datos sobre la obra y el autor:
"No te conozco.
En las páginas de
Fallas leí tu vida,
gigante oscuro, niño golpeado, harapiento y
errante.
De aquellas páginas vuelan tu risa y las canciones,
entre los bananeros, en el barro sombrío, la lluvia y el sudor.
Qué vida la de los nuestros, qué alegrías segadas,
qué fuerzas
destruidas por la comida innoble,
qué cantos derribados por la
vivienda rota,
qué poderes del hombre deshechos por el hombre!
Pero cambiaremos la tierra. No irá tu sombra alegre
de charco en
charco hacia la muerte desnuda.
Cambiaremos, uniendo tu mano con la
mía,
la noche que te cubre con su bóveda verde.
(Las manos de
los muertos que cayeron
con estas y otras manos que construyen
están selladas, como las alturas andinas
con la profundidad de su
hierro enterrado.)
Cambiaremos la vida para que tu linaje
sobreviva y construya su luz organizada."(3)
La novela Marcos
Ramírez fue llevada a la televisión en 1980 con un serie de 13
capítulos. La cinta con guion y producción de Juan Bautista
Carballo y dirección de Santiago Herrera fue rodada en los
alrededores de la comunidad de Ciruelas de Alajuela.
Carlos Luis Fallas
participó activamente en la vida política y social del país: fue
miembro de los primeros sindicatos
alajuelenses y líder de huelgas
que lo llevaron a la cárcel en varias ocasiones; fue uno de los
líderes más visibles del Partido
Comunista Costarricense.
En 1933 resultó
gravemente herido en un sangriento choque entre obreros y la policía.
Ese mismo año, después de un discurso calificado de subversivo por
las autoridades, fue condenado a un año de destierro en Limón;
ahí intervino en la gran huelga bananera de 1934 contra la United
Fruit Company,
que llegó a movilizar a más de 15.000 trabajadores. Esto motivo que
lo volvieran a encarcelar; se declaró en huelga de hambre y
finalmente fue puesto en libertad.
Fue elegido regidor
municipal en 1942
y diputado del Congreso Nacional en 1944.
Participó como jefe militar de batallones comunistas
en la guerra
civil de 1948
y después fue a la cárcel una vez más, ocasión en la que estuvo a
punto de ser fusilado.
Citas y Fuentes
consultadas:
Mamita Yunai, Carlos
Luis Fallas (1) Editorial Costa Rica, 2005
Hijo de Satanás,
Charles Bukowski (2) Editorial Anagrama, 1990
Obras
completas, Canto General, Pablo
Neruda (3) poema XV del canto octavo La
tierra se llama Juan: Calero,Losada,
Buenos Aires 1967
Don Bárbaro, Carlos Luis Fallas, (4), edición digital, 2008
Carlos Luis Fallas
su época y sus luchas, Marielos Aguilar, Editorial Porvenir 1983
Los Azules Días,
Juaquín Gutiérrez, Editorial de la Universidad de Costa Rica, 2000
Los cuarenta días
del 48, Juan Diego López, Editorial Costa Rica, 2000
http://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_Luis_Fallas
Bernardo Corrales.